sábado, 27 de marzo de 2010

Rachmaninoff - Fantasia La Roca Op. 7

La fantasía sinfónica La Roca de Rachmaninov fue según dijo el propio compositor, la primera de sus obras dignas de figurar en su repertorio. Basada en un relato de Chejov, retrata la trágica relación de una mujer joven con un hombre maduro. Es un poema sinfónico ágil, in crescendo hasta la clásica explosión final.
Interpretan la orquesta sinfonica de la federación rusa, bajo la batuta de Evgeny Svetlanov. Grabación de 1995


Una obra muy bella, disfruten las melodias de la flauta y el arpa al estilo Rachmaninoff.


martes, 23 de marzo de 2010

Edvard Grieg - Concierto para piano y orquesta en la menor

Luego de Scorpions, regresamos a los clásicos....

El Concierto para piano y orquesta en la menor de Edvard Grieg fue escrito en 1868 cuando el autor tenía 24 años de edad, y se encontraba en Dinamarca. Este concierto fue inspirado por el concierto para piano de Robert Schumann y ambas obras tienen la misma clave. El estreno fue el 3 de abril de 1869. Pese a la buena acogida que tuvo la obra (pues hasta Liszt llegó a tocarla, dejando admirado al compositor), Grieg la revisó en 1906-1907, y ésta es la versión que se escucha hoy.

El Concierto para piano en la menor de Edvard Grieg consta de los tres movimientos tradicionales de los que un concierto pianístico se constituye:

Allegro molto moderato:  El concierto comienza con un impetuoso redoble de timbal y una serie de acordes de gran esfuerzo. Este primer movimiento está escrito en forma sonata. El primer tema es presentado por el clarinete, y recogido luego por el solista con numerosos embellecimientos; el segudno tema, encomendado a los violonchelos, es de inequívoco sabor noruego. Durante el amplio desarrollo, el piano tiene muchos momentos para lucir sus cualidades líricas y virtuosísticas, con una soberbia cadencia y bellísimos pasajes en los que comparte protagonismo con la flauta y la trompa.

Adagio:  Hermos, de carácter intimista y soñador. Prescinde de los metales, a excepción de las dos trompas. El delicado tema principal es expuesto por la cuerda en sordina y tomado después por el piano, que con sus trinos parece reflejar un estado de beatitud primaveral. Un pasaje de trasiciónda paso al movimiento final.

Allegro moderato molto e marcato - Quasi presto - Andante maestoso: Está construido sobre un tema de danza popular, alegre y rítmica, que contrasta con un segundo tema de gran lirismo presentado por la flauta. El concierto retoma el brío inicial y, tras la cadencia, finaliza de manera majestuosa y brillante.
 
La interpretación es de alta calidad, a cargo del gran Arthur Rubinstein y la RCA Victor Symphony Orchestra, con Alfred Wallenstein como director, grabación de 1961.
 
Muchas gracias a mi amigo Juan autor de el blog chopiniano, por este material tan maravilloso.
 
http://www.mediafire.com/?0trtzrtmhy2

Que lo disfruen, el segundo movimiento simplemente es como un sueño.....

miércoles, 17 de marzo de 2010

Brahms - Concierto para piano n.º 2 en si bemol mayor, Op. 83

El concierto para piano n.º 2 en si bemol mayor, Op. 83, de Johannes Brahms se separa en alrededor de veinte años de su Primer concierto para piano. Brahms inició su composición en 1878 y la completó sólo tres años más tarde, en 1881, en Pressbaum, en las cercanías de Viena. Es considerado por muchos pianistas y entendidos como una de las piezas de mayor dificultad técnica dentro de la literatura pianística universal.

Tiene cuatro movimientos:

1.Allegro non troppo

2.Allegro appassionato

3.Andante

4.Allegretto grazioso

En esta obra, Brahms, siguiendo el ejemplo de Liszt y sus ya entonces célebres conciertos para piano, altera el esquema tradicional del concierto clásico, introduciendo, luego del primer movimiento, un segundo movimiento rápido. Es una obra de largo aliento, de dimensiones holgadas, y en este sentido, por su carácter marcadamente sinfónico y sus amplios desarrollos temáticos, se emparenta con su primer concierto para piano. De impulso menos trágico que su predecesor, más bien imbuido en un colorido de hondo lirismo, esta obra goza en la actualidad de una popularidad sólo comparable a las contribuciones de Beethoven y Schumann al género.

Pese a su gran escala, cuando Brahms le envió una copia de la partitura a su amigo, el cirujano y violinista Theodore Billroth (a quien Brahms dedicó sus primeros dos cuartetos de cuerdas), éste lo describió como "un pequeño concierto para piano con un pequeño scherzo". Brahms mismo, en una carta dirigida a Elisabeth von Herzogenberg, con su proverbial humor, se refiere al segundo movimiento como "un pequeño alegre scherzo".
La pieza fue estrenada en Budapest el 9 de noviembre de 1881 con el compositor al piano. A diferencia de su primer concierto, este recibió una muy favorable aceptación, y Brahms lo interpretó nuevamente en Alemania, Austria y Holanda, a veces bajo la batuta de su amigo Hans von Bülow.

Interpreta Krystian Zimerman  y Leonard Bernstein


Que lo disfruten

lunes, 15 de marzo de 2010

Rachmaninoff - Tercera Sinfonía Op. 44

Sergéi Rajmáninov compuso la Sinfonia n.º 3 en la menor, Op. 44 entre 1935 y 1936. Fue estrenada el 6 de noviembre, 1936, bajo la batuta de Leopold Stokowski dirigiendo la Orquesta de Filadelfia. La sinfonía contiene solo tres movimientos pero el central asume el rol dual de movimiento lento y scherzo, lo que supone una innovación sinfónica para Rajmáninov. La obra emplea la forma cíclica, con un sutil uso de los temas motívicos combinados, como viene siendo usual en la obras de Rajmáninov, con referencias al canto llano Dies irae. La pieza tiene una duración aproximada de 40 minutos.

Los tres movimientos son:

1.Lento - Allegro moderato - Allegro

2.Adagio ma non troppo - Allegro vivace

3.Allegro - Allegro vivace - Allegro (Tempo primo) - Allegretto - Allegro vivace.

Lo que sentó precedente de la Tercera Sinfonía fue su gran economía de sonido comparada con sus predecesoras. Su estilo más libre, que puede recordar en un principio a la Rapsodia sobre un tema de Paganini, mejora la capacidad emocional de la obra. El profundamente trágico primer movimiento, sin llegar a ser mórbido, representa un derrumbe con reminiscencias a Mahler en su gran impresión y inexorabilidad. A diferencia de Mahler, Rajmáninov mantiene una objetividad no como sucede en una tragedia griega, sino con la oscuridad que finalmente se transforma en un poderoso finale.

La Tercera Sinfonía es una obra de transición. Respecto al contorno melódico y el ritmo es su sinfonía más expresiva, particularmente en los ritmos de la última danza. El estilo ruso, es evidente desde el comienzo con el canto de estilo ortodoxo, es un recordatorio de las raíces del compositor por un hombre que había sido desprovisto de ellas. La música está saturada de tristeza y angustia. Cuando la música estalla, la melodía y armonía casí siempre se vuelven hacia sí mismas en vez de hacía afuera sin nigun sentimiento de alegría. Si hubiera una sóla obra que expresara el dolor que Rajmáninov sentía al estar en el exilio, sería ésta.

Rajmáninov compuso su Tercera Sinfonía tras componer la Rapsodia sobre un tema de Paganini y las Variaciones sobre un tema de Corelli. Llegó a su recién construida Villa Senar en el Lago Lucerna en Suiza a finales de abril de 1935 con la idea de escribir una sinfonía. Satisfecho con su nueva casa y con el espíritu renovado, Rajmáninov se puso manos a la obra. El 15 de mayo le informó a Sofiya Satin que había echo «algo de trabajo» y durante las siguientes semanas trabajó seriamente componiendo su nueva obra. Sin embargo, una cura de tres semanas en Baden-Baden en julio, así como un paréntesis en agosto, retrasaron a Rajmáninov. Cinco días antes de abandonar Senar al acabar las vacaciones de verano, Rajmáninov le escribió a Satin algo insatisfecho consigo mismo, «He acabado dos tercios de la obra en limpio pero el último tercio en sucio. Si tienes en cuenta que tardé setenta días de intenso trabajo para realizar los primeros dos tercios, para el último tercio - treinta y cinco días - no es tiempo suficiente. Empiezan los viajes y además debo seguir tocando el piano. Creo que estará acabada para el año que viene.»

A finales de la temporada de conciertos de 1935-36, los recitales en Suiza permitieron a Rajmáninov quedarse unos días en Senar. Evidentemente cogió la partitura de la sinfonía, dado que la tenía en París en febrero de 1936 al marcar junto con Julius Conus los arcos de las cuerdas. El trabajo en el último movimiento tuvo que esperar hasta que el compositor llegó a Senar el 16 de abril para sus vacaciones de verano. El 30 de junio, el compositor le comunicó a Satin, «Ayer por la mañana acabé mi obra, de lo que eres la primera en saberlo. Es una sinfonía. El estreno se lo tengo prometido a Stokowski —probablemente en noviembre. ¡Gracias a Dios que fui capaz de completarla!» Rajmáninov llegó a los Estados Unidos justo a tiempo para los últimos preparativos del estreno de la obra.

Les presento la interpretación de Vladímir Áshkenazi dirigiendo la Orquesta Real del Concertgebouw.

La foto, corresponde a el estudio de Rachmaninoff en su villa Senar en Julio de 1939

miércoles, 3 de marzo de 2010

Rachmaninoff - Sinfonía n.º 1 en re menor, Op. 13

Serguéi Rajmáninov compuso la Sinfonía n.º 1 en re menor, Op. 13, en Ivanovka, una finca cerca de Tambov, Rusia, entre enero y octubre de 1895. Esta obra fue en realidad el segundo intento de Rajmáninov dentro del género sinfónico, dado que durante su último año en el Conservatorio de Moscú (1891) produjo un movimiento sinfónico titulado «Sinfonía Juvenil en re menor».

La sinfonía se interpretó por primera vez en San Petersburgo el 28 de marzo de 1897, sin que fuera interpretada nuevamente durante la vida del compositor. El estreno fue un rotundo fracaso debido a varios motivos: el director, Aleksandr Glazunov, dirigió pésimamente; hizo cortes en la partitura y varios cambios en la orquestación; y algunos asistentes al concierto sugirieron al acabar la obra que Glazunov parecía estar borracho. Además, al ser una obra escrita en un estilo moderno para la época, no fue del gusto de los asistentes, especialmente los miembros del Círculo Beliáyev; que la consideraron ofensiva debido al uso progresista de la forma sinfónica y por no seguir el preferido estilo académico del círculo de San Petersburgo liderado por Rimski-Kórsakov, el cual los compositores jóvenes debían seguir si esperaban tener alguna oportunidad en su carrera.

Rajmáninov, que confiaba que su obra sería un éxito sin precedentes, recibió un duro golpe a causa de estas hostiles críticas. Sufrió una crisis nerviosa y fue incapaz de componer hasta 1899, cuando sus familiares y amigos le convencieron de que se sometiera a un tratamiento de hipnoterapia con el Dr. Nikolai Dahl. El resultado del exitoso tratamiento fue el popular Concierto para piano n.º 2, que fue estrenado en 1900. A pesar de la hostil acogida, y al contrario de lo que se cree, Rajmáninov no destruyó o repudió la partitura de la Primera Sinfonía; de hecho, incluso consideró revisarla. Sin embargo, la partitura se perdió, debido a que al marcharse al exilio, dejó la partitura en su apartamento de Moscú. En 1944 fueron descubiertas las partes instrumentales de la sinfonía, así como varios bocetos y la partitura fue reconstruida completamente, y el segundo estreno tuvo lugar en el Conservatorio de Moscú el 17 de octubre de 1945, dirigida por Aleksandr Gauk.

La sinfonía es considerada actualmente como una representación dinámica de la tradición sinfónica rusa, en las palabras del compositor inglés Robert Simpson «una obra poderosa por derecho propio, que tiene sus raíces en las obras de Borodin y Chaikovski, pero convincente, individual, finamente construida y alcanzando una trágica y heroica expresión permanece por encima del pathos de su música posterior».

El estreno en Estados Unidos tuvo lugar el 19 de marzo de 1948 en la Philadelphia Academy of Music, con la Orquesta de Filadelfia dirigida por Eugene Ormandy. Formó parte además del primer concierto en ser televisado en dicho país. Una segunda interpretación fue emitida en la radio al día siguiente. Cabe decir que, comparado con lo que sucedió en el estreno de 1897, hicieron falta siete ensayos para preparar la obra para la audición inicial en América, aún cuando tanto Ormandy como la Orquesta de Filadelfia estaban familiarizados con el estilo del compositor. Con el póstumo aumento de la reputación de Rajmáninov como compositor, la sinfonía formaría parte del repertorio orquestal habitual.

La interpretación es a cargo de Vladímir Áshkenazi dirigiendo la Orquesta Real del Concertgebouw.
 
 
Que la disfruten

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