domingo, 5 de febrero de 2012

Beethoven El emperador

Sergiu Celibidache

(Roman, 1912 - París, 1996) Director de orquesta y musicólogo rumano nacionalizado alemán. Uno de los grandes de la batuta del siglo XX, si no el mayor, este director rumano fue el único que apenas pisó un estudio de grabación. Su posición en esta cuestión, como en muchas otras, era tajante: la música es algo que hay que escuchar en vivo y cualquier registro de ella es siempre una falsificación. Su mal carácter era mítico, así como su exigencia de múltiples ensayos, lo que provocó que pocas orquestas estuvieran dispuestas a concederle su titularidad, si bien desde 1979 hasta su muerte estuvo relacionado con la Filarmónica de Munich. Aunque su repertorio era muy extenso, su famosa lentitud de tempo y su innato mantenimiento de la tensión sonora hacían que obtuviera sus mejores resultados en compositores como Bruckner.



Creció en la ciudad moldava de Iassy y recibió sus primeras clases de piano a edad temprana. Fue en este tiempo cuando empezó a interesarse por la composición musical. Tras estudiar matemáticas y filosofía en Iassy, Bucarest y París, en 1936 viajó a Alemania para tomar clases de composición en la Academia de la Música de Berlín bajo la supervisión de Heinz Thiessen.



Al tiempo que proseguía su formación musical, centró sus investigaciones en la mecánica de las ondas sonoras. En la Universidad se interesó por los problemas concernientes a la musicología (bajo el tutelaje de Arnold Schering y Georg Schunemann), así como por los principios filosóficos (sus tutores fueron Nicolai Hartmann y Eduard Spranger). Fue en ese período cuando se sintió atraído por el budismo zen. En Berlín consiguió doctorarse con una tesis sobre Josquin des Prés.



A partir de 1939 y hasta 1945 estudió en el Colegio de Música de Berlín con profesores de la talla de Fritz Stein, Kurt Thomas y Walter Gmeindl. Tras completar sus estudios, colaboró con la Orquesta Filarmónica de Berlín; el director anterior, Wilhem Furtwangler, fue suspendido por colaboracionismo y no recibió permiso para llevar a cabo funciones públicas. Durante tres años dirigió la mayoría de los conciertos de la famosa orquesta y probó su excepcional personalidad.



Tras el retorno de Furtwangler como director principal, Celibidache trabajó principalmente, por un largo período de tiempo, como director invitado, sin pertenecer a ninguna orquesta en particular, ya que sus demandas eran muy difíciles de satisfacer; no era partidario de hacer concesiones a los músicos o la audiencia. Continuó trabajando principalmente con las orquestas berlinesas (la Filarmónica y la RIAS Berlín Radio Orquesta).



Tras el nombramiento de Von Karajan como director principal de la Orquesta Filarmónica de Berlín en 1954, Celibidache, por discrepancias por la elección, se negó a dirigirla, decisión que mantuvo a lo largo de treinta y siete años. A partir de ese momento estuvo dirigiendo a diferentes orquestas italianas (Orquesta y Coros de la RAI y la Orquesta de la Scala de Milán). En 1952 dirigió la primera audición de la Orquesta Nacional de España.



En 1959, su labor continuó con regulares colaboraciones con la Radio Orquesta de Stuttgart. También desarrolló una importante labor lectiva y así, entre 1960 y 1962, impartió cursos magistrales en la Accademia Musicale Chigiana de Siena. A finales de ese mismo año estaba previsto que se convirtiera en director de la Orquesta Sinfónica de Radio Estocolmo, en la cual iba a llevar a cabo una labor de remodelación que no finalizó hasta 1971. De 1973 a 1975 fue el principal director invitado de la Orquesta Nacional Francesa.



Su vuelta a tierras alemanas se produjo en 1979, cuando fue elegido para el puesto de director artístico de la Orquesta Filarmónica de Múnich, que convirtió en una de las mejores del mundo. Al mismo tiempo se le otorgó el puesto de director general musical de la ciudad. Desde ese momento no volvió a trabajar con otras orquestas, salvo en ocasiones excepcionales, como dos conciertos de caridad con la Orquesta Filarmónica de Berlín en marzo de 1992. A pesar de estar gravemente enfermo, no paró de dirigir hasta el mismo momento de su muerte.



Celibidache también compuso diversas obras, pero rehusó interpretar sus composiciones. Contrario a los discos de vinilo, puesto que sentía que ofrecían una versión de menor calidad, en los últimos años de su vida grabó algunos vídeos y CDs: la Sexta, Séptima y Octava sinfonías de Anton Bruckner, además de la Sinfonía Clásica de Sergei Prokofiev, y dos conciertos de piano de Johannes Brahms con el piano solista de Daniel Barenboim.



Su nombramiento como Profesor Honorario de la Capital Federal de Berlín y la concesión de la Orden del Mérito Bávaro están entre los muchos premios y menciones recibidas. Igualmente se le hizo "Hijo predilecto" de su ciudad natal (Iassy), así como el doctor honoris causa de la Academia del Arte de Iassy. En su 80 cumpleaños se le otorgó la Gran Cruz de Distinción de la Orden de Méritos de la República Federal Alemana y se le hizo ciudadano predilecto de la ciudad de Múnich.

Luego de esta biografia de Sergiu Celibidache, los dejo con la interpretación que grabó en 1975 del Concierto para piano No. 5 de Beethoven con la Orquesta sinfónica de Paris y al piano el maestro Arturo Benedetti Michelangeli. La calidad de la interpretación es magnífica, una verdadera joya de la música.


 

Que la disfruten

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